Por Francisco J. Lifante
Con los ojos arañados de música
Desprovistos de milagros y rutinas
Estructuran su paso firme
Hacia las fervientes murallas matutinas
Contrabandistas, bandoleros y Reyes
Trafican con licores, caballos y pasodobles
Hasta perder el “sentío” bajo un pañuelo
De noches legendarias sin nombre
En cada esquina su reflejo se les anticipa
Con su oro y su puro y su todo
Sobre las botas de montar rocinantes
Junto a Dulcineas agudas con volantes
Contrabandistas de Andalucía larga
Contrabandistas sin orden ni patria
Que atesoran venganza y chulería
Exhalan rabia y respiran alegría
¡Contrabandistas forjados de cobre
De torso ceñido y amplias palabras
Recorred Monforte entero
Al filo de vuestras radiantes navajas!
¡Contrabandistas de verbo fácil
Resucitad la vaga entraña
Incendiad ojos y pólvora
Con palabras como bengalas!
Vuestras mujeres son de luz
Y las flores las bañan de frescura
Acompañan con sus manos el compás
Desde la vida hasta Extremadura
Son peinetas y raíces flamencas
Que penetran en la tierra como el agua
Que sitúan la guerra en el corazón
Y dejan sin palabras las gargantas
¡Andaluzas de pura cepa y pura sangre
Sólo os queda aniquilarnos de belleza
Porque corazón no nos queda
Si no es para entregároslo en bandeja!
Contrabandistas sin patria ni banderas
Coged los trabucos por montera
Acudid a vuestra cita con la tierra
Que seréis orgullo y libertad entera
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