Un prometedor verano monfortino



Por Diego Fernández Simón



Monforte me despierta con su dulzura y aire fresco de la mañana. Súbito comienza el bullicio en sus calles, y el sol impone igualmente su cálida presencia. 


Salgo a pasear, observando pintar las primeras uvas rojas bajo los bolsos, y me cobijo en las escasas sombras del entrañable camino de San Pascual. 

Más arriba, en La Capitana, en Orito, y en La Cueva, sigue soplando la brisa, mientras la vista se dirige enamorada al inmenso mar de viñas y a la abrupta majestuosidad caliza de nuestra sierra homónima... Las penas ya pasaron, y un prometedor verano no ha hecho más que empezar.



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