La "tortada" monfortina



Por Encar Nadal


Un domingo de cualquier mes, tocaba ir a comer a casa de tu pareja, por el camino te amparabas en San Pascual, para que el postre de una suculenta comida, no fuera "tortada" de almendra.


Cuando entrabas al comedor, ¡oh! Sorpresa, allí estaba en medio de la mesa, alzándose cual trofeo conseguido en una dura mañana culinaria. 

De nada servía decir: no me apetece, o: un trocito sólo, te ponían un trozo de cuarto y mitad de kilo. 

Añoranza de aquellos ratos, de aquellas "tortadas", aquellas mujeres que las hacían con tanto cariño, nuestras recordadas queridas "abuelas".


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